sábado, 22 de octubre de 2016

PUNTO 23

Hago una reseña del texto y comente:
¿Cómo posibilitar el aprendizaje desde el discurso del maestro?

En el texto "El trabajo discursivo" se explicitan don conceptos fundamentales para entender  la comunicación en la práctica de aula, por un lado el autor presenta el discurso como un evento comunicativo complejo y para enfatizar luego en la importancia de un discurso fundamentado en la pedagogía.

Prieto entiende el discurso más allá de la expresión oral pues en su concepto abarca "…la expresión a través de palabras, imágenes, gestos, espacios y objetos, para comunicar y comunicarse en el seno de las relaciones sociales." (Prieto. 1993.En:Cuervo 2003.p.  196). Así el discurso en el aula se enriquece la comunicación y dinamiza el tiempo de interacción docente - estudiante cuando  se caracteriza por ser fluido  y expresivo.

Pero aparte de la fluidez y expresividad el discurso, este debe  estar fundado en el saber pedagógico, pues en últimas esa es la marca de identidad del educador: el discurso pedagógico. El autor define la pedagogía como "... las propuestas teóricas metodológicas y prácticas destinadas a promover el aprendizaje." (Prieto.1993. En: Cuervo 2003.p.  198), y enfatiza  la importancia de la promoción del aprendizaje porque se espera que, el verdadero discurso pedagógico, atienda las ideas, necesidades, intereses y disgustos de los estudiantes que son los interlocutores primordiales en la práctica de aula.

En este punto es posible identificar las diversas  formas (acciones) como el discurso del maestro posibilita el aprendizaje: Al identificar a los educandos como la razón de ser del discurso pedagógico, el autor propone algunas acciones para fomentar la expresividad, la comunicación  y el aprendizaje en el aula:  La narrativa "…entendida como la fluidez y atractivo del discurso, como la apelación a seres y situaciones humanas, como la estructuración a la manera de un relato."  (Prieto.1993. En: Cuervo 2003.p.  207).  Esta acción es tan importante para el autor que la define como la condición básica del discurso pedagógico porque es la forma de encontrarse como humanos en el discurso.  

Por medio de la narratividad el discurso pedagógico posibilita una segunda acción: acercar  al aula el mundo lejano representado en las ciencias, la cultura, la política, la economía y la historia; la tercera acción es comunicar con claridad,  pues al modo de la transposición pedagógica, el discurso de las disciplinas de conocimiento pueden llegar al aula gracias al compromiso del docente por comunicar con sencillez sin restar valor a la información.  En las siguientes acciones el autor resalta el valor de la atención y del tiempo: para que el discurso de todos en el aula tenga valor el docente debe callar para escuchar lo que el estudiante tiene para decir porque "…la voz del otro es fundamental, sobre todo cuando está en juego su aprendizaje."  (Prieto.1993. En: Cuervo 2003.p.  208); y para escuchar al otro no basta con propiciar el silencio, además hay que entender  que no hay prisa, que los discursos son como las personas, tiene ritmos.

Cuando el autor propone la pregunta inicial en este texto "¿Qué significa trabajar, de por vida, con el discurso?" (Prieto. 1993. En: Cuervo 2003.p.196) la respuesta espontanea tiende a la desazón, porque al pensar en una vida completa hablando a un auditorio se siente como el castigo para Sísifo o Atlas, una carga muy pesada para el día a día. Pero al desarrollar las ideas sobre la riqueza de opciones del discurso,  sobre la promoción del aprendizaje por medio de la narrativa, sobre la importancia central del estudiante en el aula y sobre el silencio en el aula, se puede pensar en un uso amable y constructivo de la palabra.



Referencias

Cuervo, M. C. (2003). Hacia la construcción de un discurso dialógico en la escuela (1ra edición ed.). (C. U. Abierta, Ed.) Bogotá, Colombia: Centro Universidad Abierta.




Carta a maestros en formación.

19 de octubre de 2016

Estimados compañeros
Docente en formación

Por medio de esta carta quiero compartir algunas ideas sobre el lugar de la voz del docente en el aula, y por supuesto sobre el lugar de la voz del estudiante. Es frecuente que creamos que el centro de la actividad pedagógica en el aula es el educador, y en cierto sentido lo es, porque es él quien planea el aprendizaje, lidera la implementación, hace seguimiento constante y responde por los resultados.
Pero si miramos en términos de comunicación y de aprendizaje real ¿el docente es el foco de la acción?, ¿es la razón de ser del aula?. Propongo que pensemos estos interrogantes a la luz del concepto de interlocución.

Cuando el discurso en el aula es democrático pues atiende a más de una voz, todos los interlocutores son válidos, es decir, vale tanto la voz del educador como la de los estudiantes; tiene la misma importancia las ideas del adulto que es experto en algunos temas, como del  niño o el adolescente que sabe muchas cosas que el adulto desconoce.  De este modo la locución en el aula es asunto de todos los sujetos, es una interlocución de intersubjetividades.

Entender esto me abre el camino a la construcción de un discurso verdaderamente pedagógico, pues siento que en mi aula promuevo el aprendizaje de la manera que nos enseña el profesor Prieto ya que puedo"…brindar un abanico de posibilidades para que quien esté en situación de aprender, pueda hacerlo jugando al máximo sus capacidades." (Prieto.1993. En: Cuervo 2003.p.198).  Este es el mensaje de esta comunicación, invitar a mis colegas docentes en formación a pensar el aula como el ágora griega, como el espacio donde se puede dialogar sobre la ciencia, el comercio, la política, las artes y la vida, y donde la opinión de cada ciudadano es digna de ser escuchada.

Somos líderes de la formación de las nuevas generaciones por lo que debemos consolidar un discurso pedagógico volcado al otro sabiendo que  "…Ya no [necesitamos] solo [informar] sobre la ciencia, [nos] toca [acercarnos] a aquellos seres ante los cuales, y para los cuales, [nos expresamos], sea por medio de la palabra oral o la escrita." Prieto.1993. En: Cuervo 2003.p.199).

Qué bella forma de usar el discurso pedagógico, que se hace más poderoso cuando también usamos los oídos, callamos y dejamos que los otros crezcan en el uso de la palabra.

Gracias por prestar atención a estas líneas.

Atentamente

Su compañero Rafael Osorio


Referencias

Cuervo, M. C. (2003). Hacia la construcción de un discurso dialógico en la escuela (1ra edición ed.). (C. U. Abierta, Ed.) Bogotá, Colombia: Centro Universidad Abierta.

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1 comentario:

  1. Ohhh Rafael... nos dejas afectados por tu discurso... también hay voz en la escritura... y también hay esos discursos que se centran en el otro... y pues has logrado centrarte en el otro, hacernos pensar sobre nuestra práctica pedagógica en relación con el discurso... Lograste apropiarte de Prieto Castillo... es muy importante apra nuestro día a día pedagógico.

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